El apio es una hortaliza que requiere muy pocos cuidados. Crece rápidamente y se puede cosechar en sólo 6 meses. Sin embargo, el apio requiere fertilización para mantenerse sano y producir bien. El siguiente artículo le proporcionará la guía definitiva sobre cómo abonar sus plantas de apio. Hablaremos de cuándo y con qué frecuencia hay que fertilizarlas, qué tipo de fertilizante funciona mejor, cómo elegir el más adecuado para ti, ¡y mucho más!
¿Qué es el apio?
El apio es una planta que pertenece a la familia de las apiáceas. Se cultiva principalmente como una planta anual, pero también se puede tratar como perenne o bienal dependiendo de su variedad y del lugar donde se viva. Las variedades más comunes son el apio pascual (Apium graveolens var dulce), que tiene tallos dulces con piel fina, el apio de aventura (var rubrum), el apio imperator/imperial (Apium tuberosum var rapacious), que tiene bulbos de raíz comestibles de aspecto similar a los nabos pequeños, y el apio de Hamburgo (Apotomis fritillaria).
¿Qué necesita el apio para crecer mejor?
El apio es una hortaliza muy versátil que puede utilizarse en muchos platos. Lo mejor es cultivar el apio en un suelo que drene bien y tenga mucha materia orgánica, para que no se empape demasiado ni se seque por completo entre las sesiones de riego. El apio requiere bastante agua durante el calor del verano cuando se cultiva en el exterior, pero también necesita protección contra los vientos fuertes, que pueden hacerlo más susceptible a las enfermedades y harán que sus tallos se rompan fácilmente si no se les da apoyo con estacas u otros soportes, como jaulas. Si el apio se cultiva en interior, debe estar en condiciones bastante frescas, cercanas a los 15 C (59 F), protegido de la luz solar directa durante al menos seis horas al día, y regado con regularidad durante su crecimiento.
El mejor abono para el apio
Hay muchos fertilizantes entre los que elegir y cada uno de ellos adopta diferentes enfoques a la hora de alimentar. Algunos se fertilizan cada mes, otros proporcionan una dosis única de nutrientes y otros pueden ponerse en el suelo o añadirse como aderezo antes de plantar las plántulas.
El mejor abono para el apio es el NPK 20-20-20. Debe aplicarse en una proporción de
Una cucharada por galón de agua y empapar la tierra alrededor de las plantas de apio.
El apio no se alimenta mucho, por lo que no es necesario abonarlo con tanta frecuencia como otras hortalizas, pero sigue siendo importante aportarle algunos nutrientes a lo largo de su ciclo de crecimiento. Abonar el apio cada dos semanas con un fertilizante orgánico lo mantendrá sano y productivo.
También puedes abonar tus plantas de apio con compost o estiércol cada cuatro o seis semanas durante la temporada de crecimiento para aumentar los nutrientes. Pero ten cuidado de no excederte, especialmente si tu suelo ya es rico en materia orgánica.
Cuándo abonar el apio
Hay dos momentos del año en los que debes abonar el apio: a principios de la primavera y a finales del verano. Los apios plantados a principios de la primavera se beneficiarán de un abono rico en nitrógeno, mientras que los plantados a finales del verano necesitarán fósforo para ayudarles a formar buenas cabezas.
¿Cuáles son los riesgos de no abonar las plantas de apio?
Los riesgos de no abonar las plantas de apio son que serán más pequeñas de lo que podrían ser, y puede que no tengan un sabor tan bueno como podrían. Abonar las plantas las ayuda a crecer más grandes y fuertes, y les da un mejor sabor. Asegúrate de abonar tus plantas regularmente para obtener los mejores resultados.