La lechuga es una hortaliza delicada. Necesita ser abonada para crecer y prosperar, como cualquier otro tipo de planta. Pero, ¿qué abono debe utilizar? ¿Y cuándo debe aplicarse? Este artículo responde a estas preguntas y a otras más. Siga leyendo para obtener consejos sobre el abonado de las lechugas: ¡cuándo y cómo abonar sus plantas de lechuga!
Qué tipo de abono utilizar
Existen muchos tipos de abono. El tipo que utilices dependerá de las condiciones del suelo y de lo que necesiten tus plantas. Algunos de los fertilizantes más comunes son el compost para la materia orgánica; el fertilizante líquido o seco para proporcionar nutrientes que puedan ser descompuestos por los microbios en forma disponible para las plantas; la harina de huesos como fuente de calcio; el fosfato de roca para reemplazar el fósforo que se pierde debido a las prácticas agrícolas mecanizadas, como el arado bajo los sistemas de raíces vivas o las aplicaciones pesadas de fertilizantes nitrogenados (nitrato) que atan el fósforo en los suelos para que no esté disponible.
Relación NPK
NPK son las siglas de Nitrógeno, Fósforo y Potasio. La relación NPK es la proporción de cada nutriente en un fertilizante que necesitan las plantas. Una proporción NPK común para los fertilizantes utilizados en hortalizas como la lechuga podría ser alrededor de 15-30-15 o 20-20-20 (nitrógeno como nitrato = 30%, fósforo= 15%, potasio= 20%).
Cuánto fertilizante aplicar
Una buena regla general es aplicar unos dos centímetros de abono alrededor del borde exterior y dentro del lecho de siembra, pero no dentro de él. De este modo, cuando riegues las plantas, éstas absorberán los nutrientes de toda la materia orgánica húmeda que las rodea en sus raíces, en lugar de sólo los que hayas puesto en la parte superior del suelo.
Las necesidades de abono varían en función de varios factores, como el tipo (hortalizas o flores), la edad (las plantas más jóvenes necesitan más abono que las más viejas), el tamaño, la salud, el entorno de cultivo, etc., pero para la mayoría de las hortalizas, como la lechuga, nunca hay demasiado. En caso de duda, erre que erre con la aplicación de más fertilizantes, ya que añadir algo ahora no perjudicará en nada si luego no se ve nada.
Cuándo y con qué frecuencia hay que abonar las lechugas
La fertilización de las lechugas debe hacerse de forma regular. Puedes encontrar la mejor información aquí, pero en general, querrás fertilizar con algún tipo de fertilizante líquido dos semanas después de plantar tus plántulas y luego de nuevo cada pocos días hasta que tengan unos 15 centímetros de altura. Para los que prefieren métodos más orgánicos, siempre está el uso de té de compost, que no contiene ningún producto químico sintético ni ingredientes artificiales como pesticidas o herbicidas que puedan dañar a otras plantas como la col o el brócoli, parientes cercanos de la lechuga, cuando se usan cerca de ellos. Una buena pauta para la frecuencia de aplicación de este tipo de abono sería probablemente una vez por semana durante el primer mes y con menor frecuencia a partir de entonces.