Un buen abono es esencial para cualquier jardín. Las espinacas no son una excepción, y elegir el mejor fertilizante para tus espinacas puede suponer una gran diferencia en su potencial de crecimiento. Con todos los diferentes fertilizantes disponibles en el mercado, es importante saber cuál se adaptará a tus necesidades antes de gastar dinero en algo que no va a funcionar bien para ti. En este post, hablaremos de cómo elegir el abono adecuado para tus espinacas para que puedan alcanzar todo su potencial.
¿Qué son las espinacas y qué necesitan para crecer mejor?
Las espinacas son una verdura de hoja verde que crece mejor en climas frescos y húmedos. Necesita mucha agua y nutrientes para crecer bien, pero también tiene algunas necesidades específicas de fertilizantes. Las espinacas pueden cultivarse a partir de semillas o de plántulas trasplantadas, por lo que el tipo que elijas dependerá de cuándo las plantes. Si se plantan directamente en el suelo, desde principios de la primavera hasta finales del otoño son buenas opciones para plantar espinacas, aunque las hortalizas plantadas a principios de la temporada pueden no producir hasta más tarde debido a que su ciclo de crecimiento es más largo que el de las plantadas durante los meses de verano.
Tipos de abono para las espinacas
El mejor abono para las espinacas es el que contiene una alta proporción de nitrógeno y potasio. Puedes encontrar esta información en el envase o poniéndote en contacto con los expertos de tu vivero local para saber qué hay disponible en tu zona.
La proporción NPK (nitrógeno, fósforo y potasio) para las espinacas es la siguiente
- Nitrógeno – 20% del contenido total de nutrientes. Este elemento favorece el crecimiento saludable de las hojas al proporcionar proteínas esenciales a las plantas. El nitrógeno también contribuye al reverdecimiento de las hojas cuando se utiliza como pulverización foliar o se aplica en el momento de la plantación.
- Fósforo – 15% del contenido total de nutrientes. El fósforo contribuye a la formación de raíces y a la división celular de las plantas, lo que es importante para el nuevo crecimiento. También es uno de los principales nutrientes que ayudan a mantener las raíces húmedas para que no se sequen en épocas de sequía o de alto estrés térmico por las temperaturas del verano en el exterior.
- El potasio debe estar en torno al 60%.
Cuándo y cómo abonar
Al igual que otras hortalizas, las espinacas necesitan tiempo entre las sesiones de fertilización para absorber la mayor cantidad de nutrientes posible. Esto ayudará a promover el crecimiento en lugar de debilitarlo después de administrar dosis repetidas de fertilizante sin suficientes períodos de descanso entre las aplicaciones. El calendario recomendado para la aplicación de fertilizantes depende en gran medida de la frecuencia con la que se prevea cosechar en el huerto por temporada, pero independientemente de ello, los intervalos deben ser de al menos cuatro semanas (o más si los análisis del suelo indican una mayor necesidad) antes de volver a plantar. Si cosechas antes de una vez cada cuatro semanas, divide la dosis de aplicación por cuatro.
En general, las espinacas prosperan en suelos con un alto contenido de materia orgánica y una buena capacidad de retención de agua, lo que significa que necesitan estar húmedas todo el tiempo y que morirán si se dejan fuera en condiciones demasiado secas o húmedas durante largos periodos de tiempo. La fertilización con estiércol puede ayudar a aumentar estas necesidades, pero los suelos deben seguir recibiendo aplicaciones de fertilizantes adecuadas para garantizar que también se aporten otros nutrientes.
¿Cuáles son los riesgos de no abonar las plantas de espinacas?
Si las plantas de espinacas no se fertilizan, crecerán mal y rendirán menos. El cultivo sin labranza o las prácticas orgánicas pueden provocar el agotamiento de los nutrientes si el suelo no es capaz de suministrarlos debido a la falta de nitrógeno, fósforo, potasio, hierro y otros minerales esenciales.
Hay mucha más información sobre cómo las diferentes proporciones de NPK afectan a su cultivo; las espinacas prosperan con altos niveles de nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K). El mejor fertilizante para las espinacas es una mezcla que contenga N – 100 libras por acre/aplicación P – 50 libras por acre/aplicación K – 80 libras por acre/aplicación.