Es posible que te preguntes cómo abonar tus judías. Tanto si buscas el abono adecuado como si sólo quieres saber qué tipo de abono utilizar, tenemos todas las respuestas en esta entrada del blog. Hablaremos de cuándo y con qué frecuencia hay que abonar las judías, así como de diferentes formas que pueden ayudar a elegir el mejor producto para tus necesidades.
¿Qué son las judías y qué condiciones necesita para prosperar?
Las judías son un cultivo de legumbres que se cultiva para el consumo humano, la alimentación animal y como fertilizante. Necesitan temperaturas cálidas en el suelo, de 50 a 70 grados Fahrenheit, para crecer bien. Las judías también prosperan en condiciones húmedas pero no anegadas, donde el pH del suelo esté entre seis y siete. Las judías deben plantarse a pleno sol.
Tipos de abono para las judías
Hay tres tipos de abono que se pueden utilizar para fertilizar las judías: orgánico, sintético y mineral. Cada tipo tiene sus propias ventajas e inconvenientes.
Los fertilizantes orgánicos están hechos de materiales vegetales o animales. Suelen liberar sus nutrientes lentamente, lo que los hace buenos para la alimentación a largo plazo. Sin embargo, también pueden ser caros y difíciles de encontrar.
Los fertilizantes sintéticos se fabrican con productos químicos inorgánicos. Suelen liberar sus nutrientes rápidamente, lo que los hace buenos para la alimentación a corto plazo. Sin embargo, también pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y causar problemas en la calidad del suelo con el tiempo.
Los fertilizantes minerales se fabrican a partir de rocas o minerales. Suelen tener un bajo impacto ambiental y son fáciles de encontrar. Sin embargo, también pueden ser caros y difíciles de utilizar correctamente.
En general, la mayoría de las judías necesitan nitrógeno (N), fósforo (P) y potasio (K) mezclados en forma de abonos NPK. El nitrógeno es importante para el crecimiento de las hojas, el fósforo ayuda al desarrollo de las raíces y el potasio mantiene las plantas sanas en general.
Cuándo y cómo abonar las judías
Abona las alubias después de que hayan florecido y hayan salido vainas. La cantidad de nitrógeno, fósforo y potasio del abono determinará el tamaño de las judías.
Durante el periodo de crecimiento, se puede administrar una ligera dosis de un fertilizante soluble equilibrado o de liberación controlada cada cuatro o seis semanas. Para las judías maduras, utilice una fórmula con alto contenido en nitrógeno, como 24-0-0 (24% de nitrógeno) o 30-0-0 (30% de nitrógeno). Si tienes un suelo arenoso, diluye el fertilizante a la mitad. Asegúrate de regar bien después de abonar.
A la hora de abonar las judías, hay que tener en cuenta algunas cosas. La primera es que los distintos tipos de judías tienen diferentes necesidades de nutrientes. En segundo lugar, la época del año afectará a la forma de abonar las judías. Y, por último, el método de fertilización que elijas también influirá en el crecimiento de tus judías.
¿Cuáles son los peligros de no abonar las plantas de judías?
Los peligros de no abonar tus plantas de judías pueden ser que crezcan lentamente, que produzcan menos judías y que las hojas se vuelvan amarillas. Los signos suelen ser bastante obvios si no las alimentas o les das suficiente comida. Si esto no ocurre, existe la posibilidad de que la planta no muera, sino que simplemente se debilite y sea muy susceptible a enfermedades que podrían acabar con ella en cualquier momento.
Una buena señal de desnutrición en la mayoría de los cultivos sería un crecimiento atrofiado, en el que las plántulas jóvenes tienen tallos largos con pocas ramas laterales, por lo que sólo consiguen alcanzar la mitad de su tamaño potencial antes de que comience la floración (en comparación con otras variedades cultivadas en las cercanías).